Las cosas por su nombre

El funcionamiento de los semáforos de Salto

SALTO, Julio  29.- (Por Ruben Morello, especial para SaltoCiudad.com).- La polémica existe desde que se instaló el primer semáforo en nuestra ciudad, allá por 1971/72, donde un destacado vecino manifestó que solo servían para perder tiempo y gastar más nafta.

 

En realidad, como todo adelanto técnico, si no se usa adecuadamente genera problemas, como ocurre cuando se cruza en rojo, especialmente motos y bicicletas.

 

Cuando se instaló ese solitario semáforo en la esquina de 9 de Julio / A. del Valle y Buenos Aires funcionaba con un giro a la izquierda porque esta última calle era de doble sentido de circulación y fue el primero de un plan para semaforizar 8 esquinas, que serviría para educar a la población.

 

Pero no ocurrió así, porque el artefacto, con un cambio de gobierno, fue desconectado porque gastaba 10 pesos por día de energía eléctrica  y luego fue desmantelado.

 

Pasaron varios años antes de tener los dos primeros de la Av. Mitre y más adelante los de Av. Lafalce que hace poco tiempo funcionan sin interrupción, ya que en los primeros años el de Av. Italia lo hacía salteado.

 

En los últimos tiempos, las autoridades municipales han tomado en serio el tema tránsito, demarcando algunos pasos peatonales aunque no en la medida que se necesitan, ya que hay varios que se han borrado y no se repintaron, pero por lo menos Salto se va pareciendo a una ciudad organizada.

 

Faltan algunos retoques. Los nuevos semáforos funcionan bien, están reguladas las luces correctamente y solo se olvidaron de pintar la línea de detención en Av. Mitre y Prof. Montes.

 

Pero en lo referente a los anteriores, los ya instalados, además de encenderse la luz amarilla avisando que va a prender el verde, que está erróneamente configurado, deberían colocarse los timer que regulan sus funciones a un mismo horario, porque hay uno que no pasa a intermitente durante la noche y otros que arrancan a destiempo.

 

Y como somos hijos del rigor, deberían realizarse más controles y sancionar a motos, bicicletas y muy especialmente a los automovilistas que no respetan los semáforos.

 

Y aquí volvemos a recordar la falta de una educación vial efectiva que inculque desde los primeros años de la educación inicial las reglas de tránsito y se continúe enseñando en la escuela primaria y secundaria.

 

La Ley de Tránsito lo establece desde 1995, pero las autoridades de educación tienen el teléfono roto, porque nunca establecieron como materia obligatoria la educación vial y siguen pasando los gobiernos y nadie dice una sola palabra, cajoneando el tema.

 

Esta es la única forma de que las generaciones futuras tengan una correcta educación vial, que les permita circular en un tránsito cada vez más complicado, debido al constante crecimiento del parque automotor, con motores cada vez más potentes y estructuras más livianas.- (SaltoCiudad.com).-