En la última sesión del Concejo Deliberante se desarrolló nuevamente una disputa entre lo que se gana, lo que se debería ganar y los temas que traen cola en el recinto. Fue una jornada luchada desde lo verbal pero no por eso menos interesante.
Todo transcurría tranquilamente hasta que, promediando la sesión, que vio su origen a las 20.30 horas, la concejal Spadone hizo uso de la palabra aduciendo: “me han tratado mal, se me ha ofendido y solo por decir la verdad. No es bueno para la democracia que esto suceda y menos que me culpen de hacer lo mismo cuando siempre fui respetuosa de esta institución y de las personas que aquí habitan”.
En ese debate ingresó el edil Mendoza, quien, sin querer acallar a la representante del Frente Renovador, pidió que se trate el expediente al que se estaba haciendo mención para no entrar en detalles de los que ya se había hablado y mucho.
Burgos en su hora pidió la palabra y dijo estar de acuerdo con el tratamiento del tema en cuestión, haciendo hincapié en la gravedad del asunto y describiendo como triste lo vivido.
“Esto lo he hablado con usted señor presidente y le manifesté mi preocupación. Aquí se ha pasado una línea que difícilmente quede en el olvido, es muy triste. Decir la verdad no es ofender y que el vecino sepa ciertas cosas que desconoce tampoco. Realmente creo que se ha alterado el orden democrático dentro y fuera del recinto con lo cual me siento preocupado y avergonzado”, sentenció el representante del Progresismo local.
Luego de ese momento de tensión, se pasó a otros temas, pero ya con un ánimo poco feliz, cosa que hizo que la sesión no sea de las mejores. De igual modo cabe destacar que todos y cada uno de los representantes políticos presentes mantuvo compostura y respeto ante cada orador.
Veremos cómo sigue esta novela.