La Provincia

Por encima de la realidad, las escaramuzas de siempre

Scioli con Echarri y Telerman. Acordaron, según se informó, que a la obra que el actor montará en Mar del Plata puedan asistir gratuitamente mil jubilados por semana
Scioli con Echarri y Telerman. Acordaron, según se informó, que a la obra que el actor montará en Mar del Plata puedan asistir gratuitamente mil jubilados por semana

LA PLATA, Septiembre 16.- (Por Marisa Alvarez ) Al final, el informe sobre la investigación del crimen de Candela Rodríguez que elaboró una comisión del Senado bonaerense funcionó -con razón o sin ella en cuanto a su contenido- como un factor político, más precisamente como una dura escaramuza en la precaria tregua que rige entre las huestes kirchneristas que reportan a la Casa Rosada y la Gobernación.

Para empezar, el impulsor del trabajo, el vicegobernador Gabriel Mariotto, no consiguió que el dictamen fuera firmado por los nueve miembros de la comisión, en la que, aún con mayoría de senadores K, estaban representados el sciolismo y tres bloques opositores en busca de que el trabajo estuviera, justamente, legitimado políticamente. El sciolista De Fazio y el representante del peronismo disidente, Asseff, presentaron sus propios dictámenes. “En primer lugar, porque no me dejaron ver el texto final”, dijo De Fazio cuando se le preguntó porqué presentaba un informe propio.

EUFEMISMOS Y CHICANAS

El informe de la mayoría presenta algunos tonos políticos en menoscabo de su validez . Reemplazar los nombres del gobernador Scioli y su ministro Casal por el término “políticos” para afirmar que éstos “arruinaron pruebas” en la escena en que apareció el cuerpo de Candela; reemplazar el nombre de Casal por “el ministerio de Seguridad” para lanzarle gruesas acusaciones, y pretender que, por eso, el dictamen fue “políticamente moderado” es, en verdad, una chicana y una subestimación de todo aquel que lea el informe.

Y centralmente, la “recomendación” de exonerar al jefe de la Policía pareció ir más allá de las atribuciones de la Comisión y de los senadores en su condición de tales. La duda es ¿pueden los legisladores señalar qué tiene que hacer el titular del Ejecutivo con sus subordinados? ¿No hubiera sido más ajustado a la tarea y el objetivo de la Comisión -aportar al esclarecimiento del crimen, según se anunció- averiguar y puntualizar qué se hizo mal -o ilícitamente incluso- y elevar las conclusiones a los Poderes que pueden tomar las medidas que correspondan?

En el caso de los fiscales y jueces cuestionados, los senadores hicieron lo que pueden y deben hacer: denunciar y pedir un jury, que será donde se diga si deben ser echados o no. Reclamar la baja del jefe de la Policía sonó a búsqueda de un impacto político que, quizás pensaron, no hubiera tenido sin eso el informe.

Por su lado, la Gobernación reaccionó con una acción previsible -un gesto de respaldo al jefe de la Policía- y un silencio formal que “significa” que no tiene nada para decir -ni actuar- porque el informe es, según afirman en privado, un trabajo exclusivamente político, tan solo un capítulo de las embestidas del kirchnerismo sobre Scioli.

DATOS IGNORADOS

Pero el dictamen es, también, el trabajo de una abrumadora mayoría -siete sobre nueve miembros- de la Comisión que le da carácter de informe oficial del Senado. Y refleja una investigación sobre el desarrollo del trabajo judicial y policial que contiene revelaciones escalofriantes sobre ineficiencias inconcebibles e irregularidades que no deberían quedar impunes, nada menos que en torno del secuestro y asesinato de una niña.

Y sin embargo, el informe corre el riesgo de quedar olvidado y resultar, al cabo, inútil. Sería peligroso que el kirchnerismo busque, a través de él, únicamente réditos políticos, como “voltear” a un jefe de Policía. Y sería peligroso que el Ejecutivo lo ignore, lo descarte por entero, por sus sesgos políticos. Pero hacia allí parecen ir los senderos de unos y otros.

INSEGURIDAD E INUNDACIONES

La realidad, mientras tanto, transcurre para la ciudadanía por crecientes niveles de inseguridad y violencia generadores de un temor en aumento y de movilizaciones como las que mantiene desde hace dos semanas la comunidad de Lanús.

La realidad, mientras tanto, pasa por las inundaciones que cubren un tercio de la Provincia y lo que los productores denuncian como falta de obras preventivas y de medidas paliativas para la urgencia. Una situación que marcó esta semana uno de los picos de mayor tensión de los últimos años en la relación del campo con el gobierno bonaerense, a partir de reclamos que las entidades rurales extendieron, en la responsabilidad, al gobierno nacional.

EL NUEVO CLIMA

Y pasó, también, la realidad, por las protestas callejeras del jueves, dirigidas al gobierno nacional y generadoras del “nuevo clima” político. Scioli reaccionó con rapidez, para marcar que el reclamo “debe ser escuchado”. Si la Casa Rosada comparte esa lectura, el Gobernador podrá afirmar su etapa de “paz” con el Ejecutivo y los “beneficios” consecuentes. De lo contrario, es más que probable que las dificultades financieras de la Provincia vuelvan a tornarse críticas y Scioli deba enfrentarlas en soledad. (Fuente: EL DIA)

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