A mitad de año, una trabajadora social de Atención Primaria de la Salud del Barrio Alonso se apersonó en el Juzgado de Faltas para dar cuenta que había atendido a menores de edad, alguno de los cuales a simple vista presentaban mordeduras de roedores.
En ese momento se dio inicio a una investigación contravencional y se hizo presente un grupo interdisciplinario en la calle Formosa y Avenida Hipólito Yrigoyen, para relevar el lugar.
Allí se comprobó gran almacenamiento de elementos contaminantes y en desuso, en los fondos del terreno.
Este martes 29 de octubre, se llegó hasta el lugar personal de Parques y Jardines; de la Secretaría de Seguridad, del Juzgado de Faltas; de Bromatología y de Atención Primaria de Salud, todos dependientes del Municipio.
Se llevó a cabo la tarea de limpieza y desinfección. En el transcurso del trabajo se pudo observar la presencia de ratas y ratones. Finalmente, se destruyó la cueva de estos roedores.