Por Valeria Vizzón, de la redacción de www.SaltoCiudad.com
“Es tan fácil poner un ‘me gusta’ en Facebook pero tan difícil que la gente concurra a una marcha, a una convocatoria ciudadana, a una charla”, me dijo un joven con desilusión luego de organizar un evento, y ver en vivo y en directo que habían ido pocos.
Es difícil observar mucha gente en convocatorias que no sean deportivas, festivales solidarios, o en una presentación como la de Facundo Manes donde se unieron por lo menos dos factores: una persona de Salto que triunfa en el mundo, y que tiene gran visibilidad en los medios masivos de comunicación.
En la era de la informática y los medios masivos, cada vez es más difícil que salgamos de nuestra zona de confort que significan el control remoto y el mouse, con el que, en segundos, decidimos si algo nos gusta o no. Escribimos indignados porque Facebook aún no incluyó el ‘no me gusta’. Nos indignamos en las redes sociales, pero nos cuesta salir a indignarnos por las calles, nos cuesta involucrarnos, y muchas veces lo hacemos “cuando nos toca”.
El mundo de la política no está ajeno a este fenómeno. A los políticos también les cuesta asistir a invitaciones que no los involucren como actores principales. Los concejales debaten en el HCD una nueva ordenanza de utilización de agroquímicos pero no van a una convocatoria que se hace desde el Instituto de Formación Docente y Técnica Nº 126. A dónde sí fueron representantes de APAS, Centro de Ingenieros y Colegio de Arquitectos. Allí no debatirían políticamente con pares, debatirían con docentes, alumnos, con gente que puede pensar distinto. En el Concejo, aunque se piense distinto, prevalece el cuidado entre “pares”.
En las charlas abiertas, no se sabe qué se va a preguntar, para donde irá el debate. Y aquí va la autocrítica para quienes trabajamos en los medios: muchas veces nuestras preguntas para con los políticos son previsibles, no preguntamos lo que deberíamos, y nos quejamos por lo bajo.
Lo cierto es que muchos coincidimos en la necesidad de comprometernos, de ir más allá del comentario en la red social. Pero a la hora de hacer el esfuerzo, de asistir a una reunión de Presupuesto Participativo, a un Foro de Seguridad, a una charla sobre tema de actualidad, ¿asistimos?
Los cambios profundos en las sociedades, por lo menos hasta ahora, no se hicieron en la red social, se hicieron con compromiso ciudadano. Facebook o Twitter pueden ser un punto de partida de convocatoria, pero no modifican la realidad.