SALTO, Junio 26 (www.SaltoCiudad.com.ar) Una hora antes de realizar la presentación de su libro “Usar el cerebro” junto al escritor Mateo Niro, Facundo Manes, habló con los medios locales. Distendido, y entusiasmado, el neurocientífico, autor de uno de los libros más vendidos del año en nuestro país, conversó durante más de media hora y se refirió a los avances de la neurociencia, del rol de la actividad científica en la Argentina y de su futuro en política.
“Usar el cerebro” es un éxito de ventas y lo están presentando en varias ciudades. ¿Cuál es el futuro del libro y cómo surgió la idea de presentarlo en Salto?
El libro se publicará ahora en Chile, y viajaremos a presentarlo; ya salió en Uruguay. Saldrá en Colombia y en España antes de fin de año. Tenemos varias invitaciones en el país, hicimos algunas provincias, pero tenemos más de 100 invitaciones. Queríamos venir a Salto como prioridad porque es mi lugar, y queríamos hacerlo en el Colegio San Martín como símbolo de agradecimiento a la educación pública, que a mí me permitió y creo a todos nosotros crecer y cumplir nuestros sueños. Para mi es muy importante.
¿Qué significado tiene para usted el libro?
Este libro tiene mucho tiempo de maduración, alrededor de 5 o 6 años de trabajo constante. Cada palabra está pensada, es un buen libro, está mal que lo diga yo, pero puede gustar o no el tema, pero es bueno. Para mí significa mucho como concepto, cuando yo volví al país después de estar en EE UU e Inglaterra, en Argentina no existía la neurociencias cognitivas, existía la neurología clásica y el psicoanálisis. Pero no existía estudiar científicamente el cerebro: el lenguaje, la toma de decisiones, la memoria, la percepción del otro. Eso era lo que yo había estudiado, entonces cuando volví a FLENI, formé un grupo de gente joven con el objetivo de especializarlos en la temática. Después cuando creamos INECO esto se expandió notablemente.
¿Cómo fue la idea de escribir el libro junto a Mateo Niro?
Lo conozco a Mateo por mi hermano Gastón desde hace muchos años. Nos hicimos amigos, y empezamos a trabajar en el programa de TV, donde Niro fue responsable de contenido. Por otra parte, Mateo siempre revisó las columnas que yo escribo en los diarios. La idea de escribirlo con Mateo no fue que él como Licenciado en Letras traduzca términos complejos científicos para que lo entienda todo el mundo. Fue exponer como yo veo que debe ser la neurociencia y tender puentes con otra disciplina. Fue una decisión ideológica hacer un libro con intelectual, con un experto en literatura.
¿Cuál ha sido el avance, en los últimos años, de la neurociencia en nuestro país?
Hoy Argentina es un actor mundial en neurociencia, por suerte al mismo tiempo que generamos un laboratorio de prestigio internacional, pudimos difundir esta ciencia en el país a través de columnas en los diarios, entrevistas en televisión. En INECO tenemos tres misiones: apoyar el trabajo de investigación porque hasta hace poco Conicet no lo hacía porque no había tradición en esta área, y ahora sí. Un segundo punto es educar a los profesionales, con un congreso anual, charlas a la comunidad. Y la otra pata es educar a la sociedad, y en ese marco hice un programa de TV en C5N, y ahí empezamos a trabajar con Mateo en el programa y era inevitable que escribiéramos el libro. Este libro es una síntesis de eso: cómo funciona nuestro cerebro.
¿Qué sabemos de nuestro cerebro?
Sabemos cómo toma decisiones: de forma automática, no consciente, basado en emociones, experiencias previas, y en contexto. También sabemos cómo memorizamos, cómo olvidamos, algunos aspectos del cerebro social. Aprendimos a detectar el Alzheimer, la depresión, y la ansiedad. Aprendimos a mapear con electrodos pensamientos. Tenemos desafíos, uno de ellos es que no tenemos una teoría de cómo funciona, sabemos muchas partes, pero no el todo. Se ha avanzado y ayudamos a miles de personas en el mundo con problemas neurológicos, para que puedan vivir mejor.
Uno de las enfermedades que ha avanzado mucho es el Alzheimer. Debido a la cantidad de personas afectadas, ¿se puede hablar de un problema político y social?
Es un problema enorme que tiene la humanidad y todos los gobiernos porque el principal factor de riesgo es la edad y la gente está viviendo más, hay mayor expectativa de vida. Es una enfermedad cerebral, que produce muerte neuronal primero en zonas específicas y luego se extiende al cerebro que se atrofia y desgasta. Produce trastornos intelectuales, de memoria, lenguaje, de conducta y trastornos en la vida diaria. En Argentina hay medio millón de personas afectadas, y eso se traslada a las familias. Porque vivir con una persona con Alzheimer es como vivir con un chiquito. Hay que cuidarlo, las personas que cuidan a la gente con esta enfermedad se estresan, faltan más el trabajo. Más allá de la enfermedad en el paciente, afecta a todo el núcleo familiar. Hoy en el mundo hay 38 millones de personas con Alzheimer y esto se va a duplicar. Es un problema enorme que tiene un costado social, económico y político.
En el libro se hace hincapié en la importancia de lo emocional a la hora de votar ¿Cuál es la importancia en el que toma decisiones como los gobernantes y funcionarios?
Votamos con nuestro cerebro, y los líderes que nos gobiernan lo hacen con el cerebro. Entender la historia de la humanidad desde el punto de vista racional es un error, la historia de la humanidad está hecha por líderes y estos líderes que deciden con el cerebro, cuando están enfrente a otro líder, tienen emociones, y el otro líder produce celos, envidia, afecto, cariño y esas emociones van a influir en la conductas, y la toma de decisiones. Por lo tanto, los líderes tienen emociones que guían su conducta.
¿Va a participar como candidato en las próximas elecciones?
Voy a participar en política, entiendo la política como una formidable herramienta de transformación social. No quiero que esto sea un proyecto biográfico, quiero que esto sea un proyecto ideológico y político. No me muevo por candidaturas, tendré que evaluar si aparece posibilidad Estoy comprometido con una Argentina inclusiva, desarrollada y basada en el conocimiento.
La Argentina necesita tomar el camino del conocimiento, podemos crecer económicamente en los próximos años pero no vamos a reducir la pobreza porque no solo se crece económicamente sino haciendo transformación cultural, educativa y de conocimiento como lo hizo Corea del Sur, Singapur. Hoy tenemos que reclamar educación y conocimiento para todos. Porque aunque crezcamos económicamente no vamos a desarrollarnos. Tenemos un gran sector de la población vulnerable, en un país que produce alimento para 400 millones de personas, hay chicos desnutridos. Es un problema cultural, esa es la Argentina urgente. La mortalidad infantil baja cuando las madres estás más educadas. Un sector de la población no se nutre bien, por lo tanto su cerebro no funciona como debería.
¿El espacio político con el que se siente identificado es UNEN?
Toda la vida hice política desde mis múltiples actividades. Ahora quiero participar en política y poner a Argentina como paradigma de conocimiento. La candidatura lo veo como un paradigma para cambiar en este país, quiero ser parte. Me siento cómodo en el espacio UNEN, hay que ver cómo evoluciona. Yo tengo mi coranzoncito radical, creo que es importante que se unan varios partidos, sumar para formar un partido que tenga ideas e ideología.
Desde su punto de vista uno de los problemas de nuestro país es la educación…
Sí, la calidad educativa. Hoy un chico que llega a séptimo grado en la Argentina, tiene la misma cantidad de horas que un chico de Chile en cuarto grado. Hay una gran cantidad de chicos que no comprenden lo que leen. Para mí lo que necesitamos es obsesionarnos con el futuro. Un país basado en el conocimiento, no es solamente dar plata a científico, que está muy bien que se haga. La mayor riqueza de un país no es su recurso natural, la mayor riqueza es el capital intelectual y si a un tercio no la cuidamos, y a los dos tercios restantes se los educa sin calidad, estamos condenados.
¿Cuál es su opinión con respecto a la actividad científica en nuestro país, y el apoyo del Estado?
Yo creo que el Ministro de Ciencia y Tecnología Luis Barañao ha hecho una buena gestión y muchos aspectos deben ser política de Estado. Los científicos pensamos que si un científico anterior a nosotros hicimos algo bueno, lo debemos tomar y si hizo algo malo, es necesario aprender y cambiarlo. Una de las cosas que hay que seguir es el impulso que este gobierno le ha dado a la ciencia, y futuros gobiernos deberían expandir esto. (www.SaltoCiudad.com.ar)