Hace poco más de tres meses publicábamos un artículo referido al Presupuesto Participativo, en el cual se expresaba que dicho tema se ha vuelto un tema de debate central y un amplio campo de innovación para todas y todos los y las involucrados/as en democracia y desarrollo local.
En este sentido, vale recordar que actualmente nuestro gobierno de la Municipalidad de Salto se halla ejecutando el PROGRAMA PRESUPUESTO PARTICIPATIVO (PPP) en nuestra Ciudad cabecera del Partido, la que a estos efectos fue dividida en seis sectores, resultando sorteados para este año los sectores correspondientes a los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) Alonso y Retiro, en un inédito proceso de participación ciudadana, que solo funciona en 53 distritos de toda la República Argentina, de los cuales 17 son de la Provincia de Buenos Aires .
En este orden de ideas, subrayamos también que en nuestro Distrito, además de Presupuesto Participativo, se encuentra en pleno funcionamiento el FORO MUNICIPAL DE SEGURIDAD previsto en la Ley de Seguridad Pública Provincial Nº 12154 y sus modificatorias y el Decreto Reglamentario Nº 96/99. Recordemos que dicho órgano, es un espacio de participación activa de la ciudadanía integrado por organizaciones comunitarias no gubernamentales interesadas en la temática de seguridad pública. La creación del foro se generó a través de la convocatoria del Departamento Ejecutivo a un importante número de entidades del Distrito.
Ahora bien, entendemos propicio ahondar un poco más sobre el concepto de involucramiento en la toma de decisiones de la cosa pública, en definir ciertas cuestiones atinentes a la Participación Ciudadana, ya que la efectiva y exitosa instrumentación de estas herramientas permiten un contacto más cercano entre el gobierno y la ciudadanía, facilitando un mejor abordaje, debate y difusión del tema en discusión, conteniendo, de esta manera, una mayor legitimidad.
La participación es un proceso educativo en sí mismo: el contacto con otras personas hace conocer otras visiones, es un continuo trabajo de debate y tolerancia o enfrentamiento, hace comprender los procesos y posibilita una acción consensuada. Es importante que las personas puedan realizar actividades que les interesen en espacios colectivos, donde se pueda producir el encuentro.
Sin desdeñar el resultado final, lo importante es cómo se hacen las cosas, las relaciones y el empoderamiento que se producen por el camino: aprender a trabajar en grupo, escuchar las opiniones de los demás, construir entre todos la propuesta, establecer mecanismos de toma de decisiones para participar en igualdad, reconocer el derecho a decidir y luchar por ello, en definitiva “formar parte”.
Sin dudas, debidamente organizada la participación ciudadana puede conseguir que los procesos sean más rápidos, pues el análisis es más fiable, se evitan soluciones equivocadas, y se prevén los posibles conflictos, dado la presencia de los implicados. De igual modo facilita que los recursos se utilicen más eficientemente, que mejore la calidad del producto y el sentimiento de apropiación y que se aumente la confianza y las capacidades de los implicados.
La legislación argentina, tanto a nivel nacional como provincial y municipal, evolucionó, consagrando y posibilitando instancias y mecanismos de participación y control ciudadano. Sin embargo, no cabe duda de que resta profundizar aún más sobre el desarrollo de los mismos. Igualmente, no se trata sólo de un problema de normativa, ya que también involucra otras circunstancias como la apatía, la falta de compromiso, y la desinformación de la ciudadanía frente a todo lo relacionado con la participación.
Las razones para explicar esta situación son variadas, según diversos estudios. En primer lugar se alude a la voluntad de participar, pero trabajar en organizaciones supone tiempo y espacio no siempre disponibles. En segundo término, la gente sólo se motiva frente a las necesidades insatisfechas o cuando surgen problemas comunitarios, privilegiando así una participación coyuntural, donde, una vez resueltas las demandas individuales, cada uno vuelve a su mundo privado.
El gran desafío entonces, será amalgamar la incentivación a la participación ciudadana con el desarrollo de las herramientas que la gestión municipal pone en marcha. En nuestra Ciudad, recién estamos viendo germinar la semilla de la incentivación real de la Participación Ciudadana.
Pero se insiste en que la sustentabilidad de estas herramientas dependerá de muchos factores, tal como la iniciativa y empuje proveniente de la política y los principales actores civiles de la población.
Desde la Administración Municipal, profundizaremos estas políticas de participación popular, convencidos en que indudablemente mejoran la calidad institucional de la vida democrática de nuestros vecinos.
(*) Abogado UNLP
Secretario de Gobierno y Coordinación General de la Municipalidad de Salto.