SALTO, Agosto 18 (www.SaltoCiudad.com.ar) Esta vez no estuvo la luna. Esta vez el sol acompañó a las más de 400 personas que la tarde domingo decidieron dejar de lado sus rutinas, y acompañar a la familia de Rubén Ramírez. En esta oportunidad, el punto de encuentro fue la Parroquia San Pablo a las 16.

Allí el Padre Mingo Pisoni bendijo la cruz que acompañaría esta cuarta marcha silenciosa, que en esta oportunidad cambió de recorrido: se extendió hasta el monolito en memoria de Rubén que se erigió en el lugar donde fue asesinado, en la calle Pancho Sierra.

Allí en ese lugar, que quedará marcado para siempre en la historia de Salto, esperaban vecinos, y un cartel rezaba: “Rubén presente, hoy, mañana y siempre”.

Los padres y la familia dejaron la cruz, una virgen, y flores en el monolito, y se dirigió a los presentes el tío de Ruben, Gustavo Focaraccio: “Espero que esto sea un antes y un después, que todos los delincuentes sepan que Salto se levantó. Que la muerte de Rubén no sea en vano. Hoy nos tocó a nosotros, a esos padres que están llorando, pero mañana podemos ser todos nosotros”.

Luego, tuvo fuertes palabras relacionadas con la inseguridad y los delincuentes jóvenes, para finalizar señalando el apoyo que la familia tuvo desde el principio por parte del Intendente Oscar Brasca y de todos los concejales.

En tanto, el cura párroco Abel Gaspar, enfatizó: “Que la muerte de Ruben  sea motivo de enseñanza. Que seamos capaces de rezar también por todos aquellos que son víctimas de violencia o de las injusticias”.

Para finalizar, Azucena Gómez, recordó que la próxima convocatoria será el próximo jueves a las 20, en la plaza San Martín. (www.SaltoCiudad.com.ar)